Adiós ciudad de mi querer,
donde, por tradición, mi carrera estudié.
Adiós mi Universidad,
cuyo viejo reloj no volveré a escuchar.
Las calles están mojadas
y parece que llovió.
Son lágrimas de una niña,
por un amor que perdió.
Triste y sola, sola se queda Fonseca,
triste y llorosa se queda la Facultad,
y los libros, y los libros empeñados
en el Monte, en el Monte de Piedad.
No te acuerdas cuando te decía,
a la pálida luz de la luna,
y no puedo querer más que a una,
y esa una, mi vida, eres tú.
Triste y sola...
Popular. Interpretado por la Tuna.
Publié
par
Segovia
Le mardi 13 avril
2004
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