Érase un hombre a una nariz pegado,
érase una nariz superlativa,
érase una nariz sayón y escriba,
érase un peje espada mal barbado.
Era un reloj de sol mal encarado,
érase una alquitara medio viva,
érase un elefante boca arriba,
era Ovidio Nasón más narizado.
Érase un espolón de un galera
érase una pirámide de Egipto,
las doce tribus de narices era.
Érase un naricísimo infinito,
frisón archinariz caratulera,
sabañón garrafal, morado y frito.
Quevedo (escritor español del siglo XVII).